“Nidos, cuevas y refugios”
Jugando en el
parque Benicio B. y Juana encuentran un pichón que según ellos
estaba en problemas. Entusiasmados pero también preocupados buscan a las
maestras para mostrárselo.
“Tenemos
que ayudarlo” Benicio
Le preguntamos qué podemos hacer nosotros para ayudarlo, Benicio me dice que le va a preguntar a él y
le dice “¿qué podemos hacer pajarito?”
y dice “no le entiendo lo que me dice”,
el pichó piaba con fuerza “¿qué dice?
Nos pregunta Benicio. Le digo que yo tampoco puedo entenderlo, que no hablo
idioma de pajaritos y el le dice “No te
preocupes pichoncito, nosotros te vamos a proteger, no tengas miedo”.
Pensamos juntos un ratito y creemos que lo que podemos
hacer es sacarlo de ahí y llevarlo a la huerta del jardín. “tenemos que hacerle un nidito, podemos ponerle hojas y ramitas” dice
Juana.
Enseguida otros niños de sala de 4 y niños de otras
salas se acercan a mirar y deciden colaborar para buscar un recipiente que lo
albergue y hojitas que sean cómodas, piensan que debemos ponerle algo de
“techito” para que no se caiga mientras lo llevamos.
Cuando llegamos a la huerta les digo que tenemos que buscar algún lugar para dejarlo hasta que pueda volar
“No en una jaula, para que no esté preso” pide Benicio.
Encontramos una gran pecera vacía y le acondicionamos
ese espacio para que pueda estar cómodo. Kari la profesora de huerta con los
niños de primaria se ofrecen a buscarle lombrices para que pueda alimentarse.
Lo dejamos allí con un poco de tristeza porque “se queda solito sin su mamá” dijo Benicio. Al
otro día apenas llegamos al jardín lo visitamos y descubrimos la pecera vacía “Ahora debe estar feliz pichoncito, porque
seguro vino su mamá y se le llevó volando” Benicio
Decidimos tomar esta situación e interés para llevar adelante un proyecto acerca de "Nidos, cuevas y refugios" ya que invita a mirar con atención el mundo que nos rodea, para descubrir en
él, algunas de las particularidades que asumen los objetos y los materiales en
relación con las obras que diferentes seres vivos emprenden para vivir en él.
Es una propuesta que propicia el descubrir
y redescubrir aquello que puede resultar natural, simple o conocido,
pero que puede percibirse de forma más rica si se lo mira desde otras
perspectivas: Los nidos, las cuevas y
los refugios.
El
refugio pensado como espacio que cuida, protege, acoge, cobija pero también que
limita, define, marca y encierra. Los refugios en general como metáfora
del abrazo, del encuentro y del
resguardo, un lugar finito para habitar. Espacios para uno mismo y para
compartir con otros cercanos a mí. Espacios que permiten esconderse y propician
momentos de intimidad y a veces soledad. Desde el comienzo observamos en
diversos momentos y situaciones de juego esta necesidad de esconderse y cobijarse en los niños.
Pronto compartiremos las experiencias de los niños en relación a este nuevo proyecto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario